La Horticultura Social y Terapéutica para personas con Alzheimer y otras demencias

Leila/ julio 31, 2020/ Otros profesionales/ 0 comentarios

AFAMO es una Asociación de Familiares de personas enfermas de Alzheimer y otras Demencias de referencia en la Comarca de O Morrazo, Galicia, donde se ofrece un amplio programa de intervenciones con personas afectadas y apoyo a los familiares, además de realizar acciones en la comunidad a través de sus formaciones y campañas de sensibilización.

Dentro de los programas de Intervención de AFAMO podemos encontrar propuestas muy novedosas y efectivas como son los talleres intergeneracionales con niños/as o la terapia con bebés. El programa que más me llama la atención es el de “talleres de recuperación de la cultura tradicional”, que se caracteriza por trabajar con las tradiciones a través de la terapia de reminiscencia para reconectar con sucesos personales y/o hechos históricos y experimentar con las emociones vinculadas a tales recuerdos. Los temas que se tocan son el del marisqueo, la música y el baile tradicional.

En el Centro de Día ofrecen intervenciones centradas en la persona donde se trabajan los procesos cognitivos, funcionales, motrices, emocionales y psicosociales.


He visto que utilizáis las actividades relacionadas con el huerto y el jardín como parte de vuestras intervenciones. ¿Cómo ha surgido la idea?

La idea ha surgido de una manera natural. Vivimos en una comarca donde el mundo de la pesca y de la agricultura está muy presente en nuestro día a día, por eso desde Afamo siempre intentamos que todas las actividades que llevamos a cabo, además de ser terapéuticas, sean, sobre todo, significativas para nuestras personas usuarias. Como bien sabes, buscamos actividades que estén relacionadas con nuestra cultura tradicional y, al mismo tiempo, que estén relacionadas con sus historias de vida. Es por esto que ofrecemos actividades relacionadas con el huerto, con la agricultura, con el marisqueo, con el “entroido” (carnaval) o con la música de raíz y tradicional.

María preparando un huerto en una caja

¿Cuántos usuarios participan en estas intervenciones?

En función de la organización y las características de la actividad el número de personas usuarias varía. Por ejemplo, en la estimulación personalizada en el domicilio es una única persona la que lleva a cabo la actividad, como es el caso de María (ver foto arriba), mientras que, antes de la COVID-19, hacíamos actividades más grupales, en las que el número de personas usuarias podía elevarse hasta 10, como puede ser el huerto o la actividad de “debullar o millo” (desgranar el maíz).

¿Qué profesional dirige estas intervenciones? ¿En qué consisten?

En el caso de las actividades más “comunes” como son los talleres de jardinería, de campo o el huerto, los profesionales encargados de diseñar e implementar estas actividades son nuestros terapeutas ocupacionales. Siempre apoyados/as por las auxiliares de clínica y gerocultoras.

Mientras que en las actividades más “tradicionales” contamos con la ayuda del técnico en cultura tradicional del Concello de Moaña, Xavier Blanco, ya que intentamos respetar y llevar a cabo las actividades de la forma más representativa de cómo se hacían antaño.

Los talleres que llevamos a cabo son muy diferentes entre ellos:

  • En el de jardinería las personas usuarias van al mercado, compran las plantas ornamentales, las trasplantan a nuestras jardineras y luego, diariamente, llevan a cabo el cuidado de las mismas.
  • En los de campo usamos las épocas de plantación, recolección o poda para trabajar la orientación.
  • En los más “tradicionales” usamos el ciclo del año para darle una visión más real y cotidiana al campo. Por ejemplo, seguimos todas las etapas del maíz, desde la plantación hasta la recolección de las espigas y su desbullado (desgranado). También se consideran las diferentes utilidades del maíz, como es la molienda, para la obtención de la harina y los usos más habituales de la misma.

Celebración tradicional dos Maios

¿Cuáles son los beneficios que se están observando con esta práctica?

Los beneficios que observamos en nuestras personas usuarias son muchos y en diversos ámbitos. Obtenemos beneficios en la esfera funcional, ya que trabajamos las habilidades instrumentales de la vida diaria, ofreciéndole a las personas usuarias una responsabilidad y potenciando su capacidad de elección, autonomía e independencia; también obtenemos beneficios en la esfera cognitiva, ya que trabajamos la orientación, el lenguaje, la memoria e incluso el cálculo. Además, el trabajo en reminiscencia es muy potente. Unido a todo esto, también obtenemos beneficios en la esfera emocional, ya que el sentimiento de utilidad juega un papel muy importante en la disminución de la sintomatología psicopatológica implícita en la demencia. Por último, también obtenemos beneficios a nivel físico y motriz, ya que las actividades que conllevan el cuidado del huerto llevan parejo un trabajo físico global, desde una motricidad más fina (arrancado malas hierbas) hasta cosas más integrales (cavar para airear la tierra o plantar).

Todos estos “pequeños” beneficios individuales los podemos traducir en que se produce una ralentización en el avance del deterioro cognitivo, físico, funcional y emocional de la persona afectada, que se traduce en un mantenimiento, durante el mayor tiempo posible, de su autonomía, independencia y calidad de vida.

¿Qué herramientas de evaluación se están utilizando para medir tales beneficios?

Aunque las actividades normalmente están dirigidas por los terapeutas ocupacionales y/o por el técnico en cultura tradicional, todo el equipo técnico utiliza herramientas estandarizadas para evaluar los beneficios del plan de intervención anual. Por cuestiones de tiempo y practicidad, las actividades y talleres individuales se evalúan de manera puntual a través de registros subjetivos, donde se documenta la interacción de la persona usuaria con la actividad, el interés demostrado y su ejecución.

¿Recomiendas este tipo de intervenciones en personas con demencia? ¿Porqué?

¡Por supuesto! Las terapias no farmacológicas son la base de nuestro trabajo. Para nosotras, las actividades significativas son las mejores y las más fáciles de implementar, además de ser las más eficientes, en las que los beneficios se demuestran en todas las esferas que componen a la persona.

 

¿Nos puedes contar la experiencia de un caso en particular?

La verdad es que en este tipo de talleres y actividades todas las personas usuarias funcionan muy bien por lo que destacar un caso es complicado. El cuidado del huerto es algo que tienen tan interiorizado que no hace falta decirles nada, es más, muchas veces somos nosotros/as, los/as profesionales, los/as que aprendemos de ellos/as.

En las instalaciones del Centro de Día, ¿contáis con un huerto o jardín?

Contábamos con un pequeño huerto en la parte de atrás del Centro, pero el solar fue cedido y ahora, por circunstancias, ya no podemos acceder a él. En el Centro disponemos de jardineras y cuando programamos alguna actividad que requiere ir a campo tenemos varios familiares que nos “lo prestan” sin ningún problema. ¡Es una suerte!

Preparando el huerto

¿Conocéis la Horticultura y la Jardinería Social y Terapéutica, más conocida como Terapia Hortícola o Horticultura Terapéutica?

No de una forma científica.  Es decir, no seguimos ningún estudio o teoría ni nunca hemos profundizado en este campo. Siempre lo trabajamos desde la ocupación significativa, la reminiscencia y la visión de la terapia ocupacional como una habilidad instrumental de la vida diaria.

Para favorecer un envejecimiento saludable y prevenir la demencia se recomienda una dieta equilibrada, mantenerse socialmente activos y ejercitar el cuerpo y la mente, donde las actividades relacionadas con el uso del huerto y el jardín encajan perfectamente. ¿Existe en AFAMO algún plan orientado a la prevención?  

En cuanto a prevención tenemos un programa de envejecimiento saludable y detección precoz de demencia donde solemos formar en hábitos y dar pautas de vida saludable. El peso del programa recae en los talleres de memoria que llevamos a cabo en colaboración con el Concello de Moaña en el que atendemos a 200 mayores.

Quiero darle las gracias a Rocío, psicóloga de AFAMO, por responder tan amablemente a esta entrevista y donde hemos podido conocer de cerca las intervenciones que ofrecen y su experiencia tan positiva acercando a las personas mayores con demencia a la naturaleza, con actividades que son significativas para ellas y les ayudan a reconectar con esos recuerdos del pasado, estimulando a la persona en sus diferentes áreas.

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