Mi experiencia como voluntaria

Leila/ junio 4, 2017/ Horticultura Social y Terapéutica/ 0 comentarios

Me ha parecido oportuno compartir mi experiencia como voluntaria, durante la Volunteer’s Week, para animar a aquellas personas que se lo estén planteando. Espero que te ayude.

Una vez matriculada en el curso de Horticultura Social y Terapéutica, uno de los requisitos es unirte a un proyecto relacionado con la materia. Es importante escoger un sitio que encaje con lo que quieres aprender. En mi caso, como no conocía ninguno, fue la tutora quien me recomendó en función de la cercanía e intereses. Garden Organic fue desde el primer momento lo que yo buscaba. ¿Por qué? Porque ayudar en su trabajo a otra Terapeuta Hortícola en un centro con un jardín y huerto de 4 hectáreas, ofrecía muchas posibilidades, y así fue.

Los primeros días fueron duros ya que no tenía previa experiencia trabajando con personas con discapacidad intelectual. Me resultó una situación muy exigente ya que, son las primeras sesiones en las que participas y dudas de si sabrás desenvolverte bien con los usuarios y sus necesidades. Esas primeras experiencias se volvieron muy positivas y beneficiosas, lo que me llevó a perder el miedo por trabajar con otro tipo de diversidades funcionales. Al poco tiempo pude proponer y liderar algunas actividades, que me parecían oportunas, tanto por la época del año como por el grupo objetivo. Durante una de esas actividades se descubrió con uno de los usuarios, su gusto por la pintura y las manualidades. Sin duda, mi mayor suerte ha sido colaborar con una terapeuta generosa que quiere que aprendas.

Durante el año y medio que he estado en Garden Organic, los principales grupos de personas con los que he trabajado, son adultos y jóvenes con discapacidad intelectual, enfermedad mental y discapacidad física. También con personas que se encuentran en un estado inicial de demencia o alzheimer, además de realizar actividades promoviendo la agricultura ecológica con grupos escolares.

Las actividades que hemos realizado son, en su mayoría, las que se realizan habitualmente en cualquier huerto o jardín. Hacer semilleros, plantar, mantener el huerto y el jardín, hacer compost, hacer abono orgánico o cosechar, entre otras. También ha habido tiempo para preparar zumo de manzana, «elderflower cordial» (una bebida típica de la primavera en UK), trabajar con la planta de la mimbrera haciendo diversas formas con ella, etc. Todas ellas adaptadas a las capacidades de cada grupo o persona. La pregunta recurrente suele ser «¿qué se hace durante los meses de otoño e invierno?». Pues te diré lo que nosotros hemos hecho: decoraciones florales, hoteles para insectos, casetas para pájaros, decoración con calabazas, empaquetar las semillas recolectadas, planificar los cultivos de la siguiente temporada, limpiar la caseta, macetas y aperos, y un largo etcétera.

Durante un tiempo también estuve como voluntaria en un Centro para mayores para aprender a trabajar con personas con estados avanzados de demencia y alzheimer. Con la suerte de que este centro cuenta con un precioso jardín donde muchos de ellos se dan su paseo diario, por lo que les gusta cooperar ayudando a mantener el entorno.

Sin duda, ambas experiencias me han ayudado mucho para completar el curso con éxito y sentirme confiada para afrontar un puesto de trabajo como terapeuta.

Si deseas recibir más información, no dudes en contactar conmigo.

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