El huerto en el Centro Ocupacional de Vilalba, Lugo, España
Os invito a conocer el proyecto de huerto del Centro Ocupacional de Vilalba, Lugo. Una entidad que ofrece diferentes servicios enfocados a personas adultas con discapacidad intelectual. Sus objetivos son ofrecer alternativas ocupacionales para el desarrollo personal y social de sus participantes, promoviendo y potenciando las relaciones interpersonales, además de potenciar la autonomía personal y la inclusión social.
El proyecto del huerto se ubica en un polígono industrial de fácil acceso. Sin duda alguna la nota de color entre tanta nave y cemento la dan el huerto y los invernaderos. En la puerta me recibe todo el grupo. Quiero resaltar que no he podido tener mejor bienvenida, el día estaba gris y llovía, pero entre tanto abrazo y sonrisa parecía que brillaba el sol. Fe es la responsable del taller de huerto y es Ingeniera agrícola, como yo. Ella se encarga de acompañar y enseñar a los usuarios las labores de jardinería y huerto. Hablando del entorno y de la finca, en la que tienen un par de invernaderos y una caseta, me comenta que ya han sufrido algún robo. Tristemente no es la primera vez que oigo algo así.
Los usuarios del Centro Ocupacional tienen una oferta variada de talleres en los que pueden participar, decidirse por uno en particular no es tarea fácil y en el centro lo saben. Por ello se les ofrece rotar por todos los talleres y de esta manera facilitarles la toma de decisión. “Los usuarios que deciden ir al huerto es porque tienen uno en casa, o simplemente porque les gusta. A veces cambian de taller, pero otros prefieren quedarse” me comenta Fe. En el Centro cuentan con logopedas y psicólogos que se encargan de hacer el seguimiento de los usuarios, junto a los profesionales que llevan los talleres, para ayudarles a conseguir sus objetivos. Por eso, cada 6 meses, realizan una entrevista con el usuario en la que valoran su participación en el taller y la decisión de continuar o cambiar a otro.
Durante todo el año acuden diariamente al huerto una media de ocho usuarios. La estructura del día a día suele ser rutinaria. A las 10 de la mañana llegan al Centro cogen la furgoneta y se van al huerto. Me comentan que se rotan para sentarse en el asiento del copiloto, ¿a quién no le gusta ir delante? La jornada transcurre entre las 10.15 y las 14.00, con un descanso de media hora. Tras una mañana atareada vuelven al Centro para comer. Por la tarde, la jornada transcurre entre las 15.30 y las 17.00. El huerto se ubica en una zona que es muy fría, con muchas heladas. Tener cultivos todo el año es un reto complicado. “Este año hemos plantado patatas, cebollas, ajos y lechugas”, me comenta Fe. Sin embargo, tienen una gran colección de crasas que se les dan de fábula y pueden ser un gran potencial para el proyecto.
Cuando le pregunto a Fe por cómo ha surgido la idea de ofrecer este tipo de taller, me comenta que han querido apostar por un huerto terapéutico que promueva el bienestar de los usuarios a través del contacto con la naturaleza. El objetivo es que adquieran una rutina y realicen ejercicio físico para fomentar su autonomía, así como trabajar a nivel cognitivo la atención y la memoria, además de mejorar la autoestima. Todo esto tiene lugar en un ambiente relajado que favorece el contacto social y cada persona avanza a su propio ritmo. El huerto facilita la inclusión social de personas adultas con discapacidad intelectual. Se lamenta de que no haya más apoyo para este tipo de proyectos por parte de las instituciones públicas.
La impresión que me he llevado del taller de huerto del Centro Ocupacional de Vilalba es de un proyecto con mucho potencial y muy necesario para la zona rural donde se ubica. Resaltar la necesidad de más apoyo y reconocimiento por la labor que hacen.
¿Quieres saber más?
¡Excelente! Me inspira a buscar y realizar una bitácora en mi País.
Sofía, será un placer leer experiencias de tu país y seguir aprendiendo.